Cada persona tiene su propia noción de la realidad, dentro de la organización de nuestras ideas, muchas personas le dan cierto grado de importancia a diferentes cosas, circunstancias o situaciones; siendo así, existen personas que viven sucesos en su vida que los han llevado a pensar de cierta manera, a vivir por diferentes convicciones y a interpretar los acontecimientos de diferentes perspectivas.
Ciertos puntos de vista, así como también determinadas acciones, dan razón a que el ser humano tiene un sentido de moral preestablecido en su ser, ya que dicho sentido es impuesto por Dios.
Se define a la práctica y adaptación de dichas virtudes morales como espiritualidad, puesto que es el conjunto de pensamientos, ideas y creencias que cada quien pueda llegar a tener a causa de su relación personal con Dios.
Es conocido en la sociedad moderna, que la espiritualidad se ha ido perdiendo poco a poco, al grado de rebajar ciertas virtudes morales a innecesarias, cosa que ha causado un deterioro moral, tal y como lo vivimos hoy en día.
Actualmente en los diferentes grupos sociales (Los cuales se conforman por personas que actúan de acuerdo con normas, valores y creencias preestablecidas por sus integrantes), es bien sabido, que tienen un grado de espiritualidad diferente uno del otro, dado a su vez que como se mencionó anteriormente, tienen sistemas de valores diferentes, aunque también se puede hacer referencia a distintas situaciones económicas, emocionales y culturales. Por lo tanto, se puede deducir que mientras las personas sigan olvidando el aplicar las acciones buenas en virtud de una mejor moralidad para un mayor crecimiento espiritual, el mundo, que a su vez está formado por distintos grupos sociales, va seguir decayendo más y más en una enfermedad antimoral en la cual ahora mismo se encuentra totalmente hundido.
Por ejemplo, mientras que a los jóvenes (Con un gran potencial para mejorar la sociedad), el gobierno y distintos tipos de organizaciones les fomentan en la escuela, valores y virtudes para mejorar su vida, su entorno familiar y social en general, en los distintos tipos de medios masivos de comunicación se les bombardea con cualquier tipo de basura que interfiere con conocimiento de aplicación de la moral y no se diga con siquiera la importancia de lo espiritual para sus vidas, por ejemplo, alcohol, tabaco, programas que fomentan el ocio, la violencia, la destructiva “diversión”, el ego y el orgullo, la avaricia, el faltarle el respeto a los padres, la poca importancia del estudio, la falta de sentido a la vida (Lo cual provoca estragos en la mente de un joven), entre otras muchas cosas, aunado al hecho de que las familias día con día están siendo desintegradas por la falta de valores en un círculo vicioso que está siendo mortal para la humanidad.
Concientizándonos de lo anterior podemos concluir en definitiva que la falta de valores, reduce la espiritualidad en los diferentes grupos sociales que conforman la sociedad.
Si nos olvidamos del Creador, nos olvidamos de sus preceptos, si nos olvidamos de sus preceptos nos olvidamos de sus mandamientos, si nos olvidamos de sus mandamientos nos olvidamos de aplicar la moral que Él nos impuso, si nos olvidamos de la moral impuesta por Él, perdemos la espiritualidad, si perdemos la espiritualidad al mundo entero le sucede lo que estamos viviendo. Lamentablemente. Necesitamos empezar a ver cambios en uno mismo, para ver cambios a nuestro alrededor, necesitamos acordarnos de nuestro Creador, tener una relación con Él, para poder ser más espirituales y vivir una mejor y más productiva calidad de vida.
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