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sábado, 28 de agosto de 2010

Reflexión - Para Cambiar Vidas



Nick Vujicic es un motivador y conferencista australiano, el está brillando cada día más en el amor de Jesús.

Muchos se preguntarán... ¿No hace Dios las cosas perfectas?... Claro que sí, sólo que cometemos el error de pensar que Dios se limita a nuestra perspectiva... Dios a Nick lo hizo perfecto para su plan divino.

BENDICIONES


Michael Rodriguez - Abeja Letal

Frase del Día

"El amor abre todas las puertas; el rencor las cierra."

- Fasto Cayo

Jací Velásquez - Llegar a Tí

Apologética (Defendiendo la Fe) - El Relativismo

Cuando un liberal (una persona que no acepta la existencia de la Verdad Absoluta, porque se niega a aceptar al Dios de la Biblia) comete un error. ej. una mentira, una traición, un fraude, etc., sus compañeros liberales los exculpan y lo disculpan con facilidad increíble. Porque tanto el que faltó como el que debería acusarlo (los demás liberales) no se sienten con la calidad moral de condenarlo (debido a que no aceptan que existe una Verdad Absoluta).


En cambio, cuando un conservador (una persona que acepta la existencia de la Verdad Absoluta porque acepta la supremacía del Dios de la Biblia en todos los asuntos humanos) comete un error, nosotros, los demás conservadores, como estamos obligados a usar nuestra convicción en una verdad absoluta, lo acusamos para que reconozca su falta. ¡Exigimos respuetas!


El liberal es "relativista". El Cristiano o conservador es "absolutista."


Ese es el dilema relativista que nos hace quedar asombrados a los conservadores del resto del mundo y que es el responsable de que la prensa (que es liberal en un 99%) no se atreve a demandar respuestas que ellos mismos no creen que importan, porque después de todo serán respuestas "moralistas", "éticas", y "prejuiciosas", la que ellos odian y rechazan con vehemencia.


Como dice la Biblia:

- En los últimos días la oscuridad se haría más oscura y la luz más clara. Estos son los días.

¡Los malos reinan, pero PRONTO SE ACABARÁ EL RELAJO!


Fuente: AntesDelFin.com

Imagen: NuevaApologetica


viernes, 27 de agosto de 2010

REGGAETON CRISTIANO - HOLY CREW

NOTICIA - Lucas Leys: “En Septiembre será la última Convención de Liderazgo Juvenil en Argentina”

La próxima Convención Internacional Liderazgo Juvenil en la Sociedad Rural Argentina los días 10 al 12 de septiembre será la última organizada por Especialidades Juveniles en suelo Argentino.


Así lo anunció el Dr. Lucas Leys desde Miami primero al Staff del ministerio en Buenos Aires y luego a sus cuantiosos voluntarios en diferentes partes del continente.



La Convención de Especialidades Juveniles es la congregación más grande de pastores y líderes juveniles en el mundo de habla hispana y se despediría así en el punto más alto de éxito de lo que han sido 10 ediciones de Convenciones en Argentina. Leys, siempre creyente en la necesidad de constante crecimiento describió que “Siempre enseñé que una de las más críticas habilidades de un líder es discernir los tiempos y saber Innovar. También muchísimas veces enseñé que las cosas hay que terminarlas en su pico de éxito y no esperar a que se desgasten y también dije en conferencias miles de veces que ninguna metodología es sagrada. La misión de Especialidades Juveniles es equipar, conectar y motivar a quienes trabajan con la juventud y eso si que no lo vamos a cambiar pero entiendo Dios me ha estado inquietando a cerrar un ciclo con esta estrategia y a mí me toca obedecer.”

La expectativa crece en derredor de lo que será la Convención en Buenos Aires, no sólo porque es la última sino porque los últimos cuatro años se hizo en la ciudad de Mendoza y ahora se realizará en el predio de la Sociedad Rural Argentina en el barrio de Palermo con más espacios, con más capacidad y con todo lo necesario para festejar en grande a la pastoral juvenil.


“Esta decisión la tomamos mucho tiempo antes de la que será la más grande Convención que hayamos hecho y si seguirán habiendo Convenciones pero no serán ni en Guatemala, y Argentina. La metodología es increíblemente relevante y pertinente, pero necesita un nuevo escenario y ser un mejor catalizador para otras cosas que están sucediendo con Especialidades Juveniles en el mundo de habla hispana que luego voy a anunciar” aseguró Lucas Leys quien además agregó que “La Convención en Buenos Aires 2010 ya ha comenzado. Dios ya está preparando todo para que tengamos una tremenda fiesta. Todo esto comenzó en Buenos Aires y era justo traerla aquí al lugar más grande de Convenciones del país para celebrar lo que Dios ha hecho. Ahora todos escucharon que será la última y eso la hace también muy especial”.


Leys agradeció a los equipos de Argentina y Guatemala con palabras alentadoras por lo que está por venir en Especialidades Juveniles y por todo lo desarrollado en los últimos 10 años en las Convenciones. “Llegó la hora de enfocarnos todavía más y ajustar los últimos detalles. Ya casi todo está listo y nos quedan dos semanas para la Conven en la Rural y no dudo que va a explotar la asistencia de líderes dispuestos a llevar a sus iglesias a niveles hasta ahora nunca vistos de eficacia con las nuevas generaciones. Poquito a poco, convención a convención ha ido ocurriendo y es un privilegio para mi ser parte de esto con ustedes”.


Rap Dominicano - Gangster de Dios Mundial

Reflexión - Rescatando al soldado Ryan

Esta es una nota para campeones, para los que tienen sed del oro del primer lugar. Pero fundamentalmente, este artículo es para los que sufren de insatisfacción santa, los que poseen una doble dosis de ambición espiritual.


"Los que solo ven lo natural creen que tienen que descubrir su destino; los visionarios hicieron un viaje de expedición con Dios y ya estuvieron ahí." Los que están adelantados no están capacitados para disfrutar de lo que alcanzan. Tienen la sed del oro. Van por más. Quieren el campeonato. No pueden detenerse a observar el diploma que pende de la pared. Ellos quieren hacer la milla extra. Otro round. Una victoria más. Una nota sorprendente.

El hombre camina entre las tumbas, encorvado y en silencio.

Una brisa otoñal recorre el frío cementerio. Está más cerca del final que del principio de la vida. Vive sus últimos años, los de la vejez, los de la experiencia. Se lo nota cansado, pero hace un esfuerzo por caminar. Detrás de él, los que parecen ser sus familiares, lo observan con profundo respeto.

El caballero se inclina sobre una de las tumbas. La lápida lleva el nombre de un teniente del ejército estadounidense.

No es de cualquier teniente, para el viejo hombre, pertenece a quien le devolvió la vida. Fue quien cruzó el mapa en plena guerra para devolverle su libertad.

Hacía muchos años el gobierno estadounidense había revisado los archivos para descubrir que una madre había perdido cuatro hijos en el frente de batalla. Y no era justo que perdiera a su quinto muchacho, bajo bandera en el ejército.

Había que indemnizar a la madre de algún modo, y lo mejor era buscar al quinto hijo en medio de la batalla, darle de baja y enviarlo de regreso a casa. Que viviera los últimos años junto a una madre que lo perdió casi todo. Durante el rescate, el mismísimo teniente no puede creer que todo un pelotón se sacrificara para rescatar a un solo soldado.

Pero le costó su propia vida y sus mejores hombres, y antes de morir el teniente mira al soldado a los ojos y le dedica sus últimas palabras:

- Espero que te merezcas este sacrificio, por lo menos vive una vida digna, que valga la pena.

Ahora el soldado es el viejo que observa la lápida. La guerra terminó hace muchos años, pero él quiere saber si saldó su deuda con el teniente. Contempla su tumba y le hace una pregunta a su anciana esposa, que está a unos pasos detrás de él.

- Necesito que me digas si fui un buen hombre -dice-. Dime si viví una vida buena. Dime si fui digno de tanto sacrificio -insiste entre lágrimas mientras se funde en un abrazo con la mujer de su vida.

La escena es la más lograda del filme Rescatando al soldado Ryan, interpretada por el laureado Tom Hanks.

Siempre me ha fascinado tratar de definir el corazón de un visionario. Y posiblemente, esta escena de la película de Spielberg sea la que más lo describa. Todo soñador siente que tiene una deuda eterna con la cruz, está consciente de que lo recibió de gracia, pero aun así, siente la presión de hacer valer cada minuto de su vida, cada día de su existencia.

Ryan no podía permitirse el lujo de pasarse la vida jugando al baloncesto o pescando junto al río. Todo un pelotón murió para darle la opción de tener vida. Y debía hacer algo importante, algo que valiera semejante esfuerzo. Nunca inventó nada, ni ganó un Pulitzer o el Nobel de la paz. Pero le bastaba con saber si al menos había logrado ser un buen padre y mejor esposo.

Esa extraña raza de visionarios

Esta es una nota para campeones, para los que tienen sed del oro del primer lugar. Pero fundamentalmente, este artículo es para los que sufren de insatisfacción santa, los que poseen una doble dosis de ambición espiritual.

A través de los años me sigue sorprendiendo la manera en que se ha malinterpretado la palabra "visionario". Cualquier persona que construye una iglesia prominente o emprende algún proyecto nuevo, no necesariamente está nominado a engalanar la galería de los que pueden ver más allá que los demás.

El visionario respira, duerme, se baña, sueña, ríe y llora a través de su visión. No tiene ganas de emprender algo porque el sermón del domingo pasado llegó a su corazón. Camina por encima de lo sobrenatural, aunque el mundo se derrumbe a su alrededor.

Quiero que lo veas de esta forma: Dios no cumple años, no festeja aniversarios, no está gobernado por el reloj. El Creador ya tenía resuelto el pecado, aun antes de que Adán pecara. El tiempo es una cápsula para el hombre, pero no para Dios. Él está en tu presente, en tu pasado y en tu futuro. Parece algo infantil, demasiado lógico, pero si logras entenderlo, descubres que solo Él es quien puede darte una palabra en el presente, para sanar tu pasado y afectar tu futuro.

Ahora bien, si entre otras cosas, Él ya estuvo en tu futuro, significa que vio lo que hay para ti algunos años más adelante.

Los que solo ven lo natural creen que tienen que descubrir su destino; los visionarios hicieron un viaje de expedición con Dios y ya estuvieron ahí.

Semillas y cheques posdatados

Imagínate que compras semillas de tomate. Remueves las hierbas molestas, abonas la tierra, rastrillas el suelo y plantas tus semillas. Cada tanto, excavas el lugar, riegas la zona y esperas. Nadie sabe lo que hay bajo tierra fuera de ti. Tú plantaste semillas de tomate y eso es lo que esperas que germine.

Cuando el tiempo se cumpla y tus tomateras asomen a la luz, vendrán los que antes no veían nada y harán los comentarios pertinentes al caso:

- ¡Eh! ¡Qué buenos tomates!

- ¡Quién se hubiese imaginado que estas bellezas rojas crecieran en tu huerta!

- ¡Se me hace agua la boca solo con imaginarme una gran ensalada!

Todos están sorprendidos, todo el mundo lo disfruta. Pasen y vean la gran atracción turística, observen y deléitense con los increíbles e inimitables tomates que conmueven al planeta.

Solo hay alguien que aparenta no disfrutarlo, o por lo menos no parece sorprendido: el visionario.

No te culpes, sucede que ya lo habías visto mucho antes.

Si viajaste hasta la semillería e invertiste tu dinero en semillas de tomate, abonaste la tierra fértil, e hiciste lo que se suponía que hicieras... ¿qué esperabas que creciera? La respuesta es más que lógica: ¡tomateras! ¡Tomateras que dieran tomates!

Mientras el gentío se deleita con tu flamante plantío e imagina unas frugales ensaladas, tú ya tienes otros proyectos bajo tierra. Otras semillas que germinan y se bifurcan bajo la misma huerta.

De eso se trata. El visionario ya estuvo en su futuro y sabe lo que sencillamente ocurrirá cuando el Sol vuelva a aparecer en el horizonte. Él no se sorprende del lugar donde ya estuvo. Es por eso que los que están adelantados tampoco están capacitados para disfrutar de lo que alcanzan. Tienen la sed del oro. Van por más. Quieren el campeonato. No pueden detenerse a observar el diploma que pende de la pared. Ellos quieren hacer la milla extra. Otro round. Una victoria más.

Una visión, hace catorce años

Antes de realizar nuestra primera gran cruzada, tuve una visión. Fue en el año 1991. Recuerdo que caminé en el Espíritu por todo el imponente estadio Vélez Sarsfield. Recorrí cada pulgada del lugar. Subí cada grada y observé con cuidado cada detalle del sitio. Y lo vi colmado de jóvenes de todos los puntos del país. No existía la más remota posibilidad de que eso ocurriera, era una perfecta utopía, un joven desconocido no podía alquilar ese estadio y, mucho menos, en base al sentido común, soñar con que se colmara con una multitud.

Cuando la visión terminó, sentía que efectivamente yo había estado allí. Y me comporté como que era lógico que todo lo que había visionado iba a ocurrir, así de sencillo.

Había hecho un viaje a mi futuro y ahora estaba de regreso, enfrentándome a la realidad.

Cuando al fin se concretó la cruzada en 1996, el único que no estaba sorprendido era este servidor. La gente aplaudía azorada mi plantación de tomateras, pero yo la había disfrutado mucho antes, cuando compré las semillas en mi visión.

Uno de los secretos fue que creí en las semillas que había adquirido y, por consiguiente, me comporté como el dueño del plantío.

Aún recuerdo lo que sentí en mi interior, luego de tener aquella visión. Nada alrededor había cambiado, mi entorno continuaba inerte. El teléfono no comenzó a sonar y nadie vino a nuestra puerta a ofrecerme un ministerio o un puesto en la iglesia. Pero algo se había transformado en mi interior. Me sentía el «Pastor de los jóvenes». Apenas tenía las semillas y solo yo podía disfrutar lo que estaba bajo tierra, pero eso bastaba para sanar mi estima y alegrar mi presente. Cambió mi manera de levantarme de la cama y me puso erguido. Mi mirada adquirió otra personalidad y mi andar era seguro.

Para aquel entonces, la mayor multitud que me oía predicar era un puñado de quince jóvenes que soportaban mi inexperiencia con mucha valentía y arrojo. Pero yo me sentía un predicador de multitudes, había estado en mi futuro, y no cabía la menor duda de que eso iba a ocurrir.

Ahí es cuando te bañas, duermes, respiras, amas y lloras a través de la visión. No es un proyecto lo que te mantiene vivo, es tu futuro el que consume cada minuto de tu presente.

¿Te sientes identificado? Solo déjame que avance un poco más.

Ya nos conocemos y creo que me he ganado tu confianza. Si te doy un cheque por un millón de dólares, pero posdatado... ¿crees que puedes confiar que ya eres millonario?

Si me dices que no, herirás profundamente mi sensibilidad.

Si para ti soy una persona confiable, no veo por qué debes dudar de que ya eres millonario. El único detalle es que no puedes cobrarlo ahora, el cheque es para dentro de un año y dos meses, para ser exactos. Tiene el logotipo del banco, mi firma auténtica y los seis ceros que se necesitan. Ahora eliges cómo quieres vivir: o maldiciendo y desperdiciando tu presente, o levantas el ánimo y te paras derecho, sabiendo que en tu bolsillo tienes un cheque por cobrar.

Cuando el calendario coincida con la fecha estampada en tu cheque, irás al banco y lo harás efectivo. Si siempre has confiado en mí, lo normal es que no te sorprendas. Te lo entregó alguien confiable, se suponía que el cheque era mucho más que papel pintado.

Si tu visión proviene de Dios, no cuentas con el lujo de la duda. Él es confiable, su banco tiene solidez y hasta te permitieron entrar a la bóveda y observar tu dinero a cobrar en un futuro cercano. Eres un cheque posdatado.

¿Te da nervios la soltería?

Cuestión de tiempo.

¿Te parece que los ministerios y los dones te esquivan?

Observa tu cheque.

¿No consigues el empleo ideal?

Haz una llamada a tu banco y pregunta si tu dinero aún sigue ahí.

Aquella profecía ¿tarda en cumplirse?

Da un pequeño paseo por la bóveda del banco.

¿Aún no eres correspondido en el amor?

Vuelve a abonar la tierra.

¿Quisieras ser parte de un gran avivamiento?

Mira la fotografía de los tomates en tu bolsa vacía de semillas.

Cuestión de tiempo.

Los visionarios casi no disfrutan el presente, porque han incursionado en su futuro. No se detienen en una victoria o un sueño concretado, porque ya estuvieron allí antes. Y como el viejo soldado Ryan, sienten que cada minuto de sus vidas vale oro. Tienen una deuda eterna con la cruz y con aquel que los llevó a observar los años que estaban por delante.

No busques a un visionario en el parque de diversiones.

Tampoco los encontrarás en grandes ágapes o confraternidades tediosas. Mucho menos integrando burocráticos comités pastorales. No pasan su vida jugando al tenis o mirando televisión.

Ellos van por la conquista, quieren el oro de la medalla, el cinturón y la corona.

Están unos quince o tal vez veinte años adelantados.

Pertenecen a esa extraña raza de visionarios, y vieron demasiado como para estar quietos.

Dante Gebel

Adaptado de "El código del Campeón"

Editorial Vida-Zondervan

jueves, 26 de agosto de 2010

NOTICIA - La Biblia en una Universidad Mexicana


Un alumno de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL busca crear un círculo de lectura y estudio de la Biblia dentro de las instalaciones de este plantel.


Alejandro Rivera, estudiante de quinto semestre de la citada facultad, propagó la invitación a través de la red social Facebook.


La invitación indica a los interesados que todos los martes y miércoles se estará reuniendo el grupo de jóvenes en la biblioteca de la Sala de Usos Polivalente, en donde harán lectura y estudio de libro más importante de las religiones judía y cristiana.


“No estamos haciendo nada malo, es parte de la libertad de expresión, y si no se puede hacer ahí pues lo haremos en los jardines de la escuela”, mencionó Rivera.

La iniciativa de formar este grupo nace por la necesidad “el estudio de la palabra de Dios” así como el “orar por los enfermos”, según lo expuesto por el alumno de quinto semestre.

Agregó que también buscan ayudar a jóvenes con problemas de autoestima, ante el creciente consumismo y la falta de alimento para el espíritu en el mundo.
A pesar de que las leyes mexicanas de educación, así como los estatutos que rigen la universidad en la que este valiente joven estudia, prohíben toda clase de expresión “religiosa” en las escuelas, Alejandro Rivera se atrevió, como deberíamos a hacerlo, todos los cristianos, con el fin de alcanzar el objetivo que el mundo no puede ver: Ser salvos y estar dentro de los propósitos de Dios.

Al respecto, el director de la FCC, Roberto Silva Corpus, mencionó desconocer esta situación y, de igual manera, aseveró que este tipo de actos son organizados por los alumnos y que de ninguna manera son programas realizados por la facultad universitaria.
Aunque señaló que los alumnos son libres en expresar sus ideas, la profesión de un culto religioso dentro de las instalaciones universitarias no es permitida.

“No estaba enterado de la situación, habría que checarlo, pero uno de los elementos que tenemos que respetar de que la educación no debe prestarse para esto. Oficialmente, nosotros no tenemos nada de esto programado”, explicó Roberto Silva Corpus.
El directivo dijo que invitaría a los jóvenes a realizar estos estudios bíblicos en áreas fuera de las aulas, como en los jardines.

Aunque la primera reunión de este grupo estaba programada para el 10 de agosto de 2010, Alejandro Rivera comentó que nadie había visitado la biblioteca a esa hora. No obstante, mencionó que la invitación seguiría abierta.


Tercer Cielo - Si No Estas Junto A Mi - Concierto en Puerto Rico

Bengie - Mi Niña

Reflexión - ¿Quién dijo algo de estar seguros?

Los otros días miraba en casa la película de las Cronicas de Narnia con Sophie y me quedé con una frase que recuerdo que de chico me había sorprendido al leer el libro. En el final de la primer parte de la novela Lucy y Edmund tienen una conversación respecto a Aslan. En ella Lucy dice: “¿Seguros? ¿Quién dijo algo de estar seguros? Por su puesto que él no es seguro, pero él es bueno.”

Se sabe que muchos elementos en estas novelas son analogías de la redención y el camino del cristiano y que C. S. Lewis creó en el león Aslan una surrealista figura de Jesús. Aslan es un león y es un guerrero ¿Cómo va a ser seguro? Obviamente no lo es. Pero obviamente también, él es bueno. ¿No ocurre lo mismo con Jesús?Él es bueno, pero es también peligroso. A veces me da la impresión de que a través de la historia hemos tratado de domesticar a Jesús. Lo hemos romantizado y muchas veces lo hemos hecho ver como un débil o un raro.

Aslan siempre me pareció una buena representación de Jesús. Cuando él ruge no hay nadie que quede de pie. Cuando Cristo entra en una vida nada queda en el lugar que estaba. Jesús es impredecible y majestuoso a la vez que humilde y tierno. Jesús es bueno pero me hace bien recordar que nada está seguro de no ser cambiado cuando él aparece y eso es también bueno. Seguir a Jesús es peligroso. Es arriesgado para la carne, dificil para el egoísmo y se hace casi imposible cuando intentamos poner el yo primero. Jesús fue y es obviamente bueno pero en muchas ocasiones Jesús fue incómodo y me hace bien recordarlo cuando me estoy sintiendo demasiado seguro o demasiado asustado porque quiere decir que es tiempo de volver a mirar al león de Judá.



Por: Lucas Leys



miércoles, 25 de agosto de 2010

Marian Marrero - Alabanzas

Reflexión - Calidad Humana

Hoy todos hablan de calidad de productos, de calidad de procesos, calidad de servicios, calidad de sistemas…..muy poca gente habla de calidad humana, calidad de vida……y sin ella, todo lo demás es apariencia, sin fundamento.

Hablar de calidad humana, es cuidar nuestros vínculos con los demás. Necesitamos rehacer nuestros vínculos humanos.

De nada sirve trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos amigos y llegar cansados a un hogar en el que nadie se interesa en saber como nos fue.

¿Para qué trabajar tanto si nos sentimos solos?. Es triste leer un libro y no tener a alguien con quien comentarlo, es doloroso sentirse preocupado y no contar con una persona a quien abrirle el corazón.

De nada vale estar al frente de una cancha de tenis, de fútbol o frente a un salón si no tenemos con quien hablar, con quien disfrutar ese momento.

¿Para qué tener lo que no se puede compartir?.Ni las cosas ni el dinero, poseen valor intrínseco. El valor de lo material esta en su aplicación, en el servicio a alguien más o la convivencia con alguien más.

La belleza de tener esta en compartir. La magia de luchar por una prosperidad económica, estriba , ni más ni menos, en poder ver sonreír a alguien a quien le damos el privilegio de disfrutar lo que ganamos.

Eso es parte de la naturaleza humana: dar, convivir, amar, servir… ayudar.

¡HAZLO!

En muchas ocasiones estamos asustados, si!!, asustados de lo que tal vez no podemos hacer; asustados de lo que pensaría la gente si tratamos, de lo que pensaría la gente si hacemos eso que tanto deseamos. Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños.

Decimos no, cuando queremos decir si. Murmuramos cuando queremos gritar, y después… después gritamos a quien no teníamos que hacerlo. ¿por qué?

Después de todo cruzamos por esta vida una sola vez, no hay tiempo para tener miedo.Así que intenta… intenta aquello que no has hecho, arriésgate, participa en el maratón, escribe aquella carta, acaba de pedirle perdón a esa persona a la que le fallaste, enfréntate como ganador a las cosas cotidianas.

Habla en contra de lo que no te gusta, visita pueblos que no conozcas, da ese beso que te provoca, no te quedes con el abrazo contenido ni la risa escondida, llámale y dile cuanto le amas.

Carlos Cuauhtémoc Sánchez

Jose Luis Reyes - Tan Sólo Cree

Frase del Día

"En Dios mi esperanza fundo, y no hay poder en el mundo contra aquel que en Dios confía."

- Ruiz de Alarcón

martes, 24 de agosto de 2010

Poema - Oye Joven, Se Prudente

Oye joven, se prudente
Acércate a Dios
entrégate a él por completo
toma hoy la decisión.

La carne con sus pasiones
provoca a la tentación
si no la vences a tiempo
te lleva a la perdición.

Es una trampa, no cedas
es lazo del tentador
repréndelo en el momento
sino, te espera el dolor.

Mira arriba hacia el cielo
busca el rostro del Señor
es el refugio seguro
el lugar de bendición.

Él es el amigo fiel
conoce tu corazón
es él quien llena el vacio
da plena satisfacción.


BENDICIONES


fuente:

dioshablahoy.blog.com.es

Carlos Héctor Trujillo - El Desafío

lunes, 23 de agosto de 2010

Julissa - Él no pereció

Reflexión - Hombres de Negro

Una reunión siniestra se lleva a cabo en algún lugar secreto del infierno. Alguien acaba de convocar a los oscuros emisarios por un tema de alerta roja en el cosmos. Una nota inquietante.


Los dos visten de negro y usan lentes oscuros.

Caminan sin prisa, y cualquiera se daría cuenta de que están profundamente preocupados. El largo pasillo, tenebroso y siniestro, se dibuja ante ellos como una premonición de lo que les espera adelante, en cuestión de instantes. Casi no hablan, pero los dos sienten lo mismo. Ese sentimiento agobiante e insoportable: el miedo. Uno de los dos rompe el silencio.

- ¿Quién se lo dirá al jefe?

El otro casi no contesta, solo se le oye un murmullo. Un rezongo, tal vez. Acaso porque sabe que lo inevitable es inminente. Cruzan el frío pasillo y la compuerta se abre en medio de un chirrido lúgubre. Casi no hay oxígeno y la atmósfera está viciada. Los oscuros visitantes solo ven el imponente sillón rojo de espaldas. Apenas divisan la silueta de su superior en medio de una espesa bruma. Uno de los hombres de negro está sudando. El otro apenas puede respirar del miedo. El jefe no pregunta, solo espera en silencio el reporte.

- No pudimos... -el hombre se arregla la garganta- mejor dicho, no hay nada que podamos hacer.

El jefe sigue de espaldas, no ha dicho nada, pero ellos saben que está muy enojado. Suele perder el control cuando oye que una misión ha fallado. Por eso, los hombres de negro están temblando. Pero esta vez no hay gritos, no hay histeria. El jefe sigue de espaldas y se percibe una honda frustración en sus palabras. Suena cansado. Apenas, casi imperceptiblemente, mueve sus huesudos y largos dedos.

- Deben tener algún punto débil -dice- un talón de Aquiles. ¿Seguro que lo probaron todo?

- Todo, jefe. Los hemos llenado de tentaciones las veinticuatro horas, tratamos de hacerles sentir culpa y autocompasión... pero sin resultados. Tratamos de llenarlos de odio y resentimiento, pero los desgraciados tienen un anticuerpo. Agotamos todas las armas con ellos.

- ¡Tienen que tener alguna maldita debilidad! -dice el tenebroso jefe mientras cierra su puño derecho- Recuerden que solo son mortales. ¿Probaron con pensamientos impuros y obscenos? ¡El arma de la pornografía y la obscenidad siempre los afecta hasta destruirlos!

- No funciona con ellos. Vuelven a levantarse cada vez. Tienen la estirpe de la nueva generación. Son temerarios, forman parte del último escuadrón. Son una amenaza latente contra nosotros. No logramos quebrarlos, viven en estado de alerta. Tienen corazón de caballeros.

- Lo sé -responde el jefe entre dientes- mientras se sigan levantando jóvenes así, no tendremos un minuto en paz, y lo peor es que dejaron de defenderse y ahora los desgraciados nos atacan.

- Además, reciben entrenamiento continuo, jefe. Un adiestramiento de guerra. Los están adiestrando para una lucha sin cuartel, sin treguas, y si esto continúa, se levantaran otros como él. Arrasarán los colegios, las universidades, las oficinas... No jugarán al evangelio, serán cristianos llenos de pasión. Completamente radicales. Nos perdieron el miedo. Y ya se dieron cuenta por dónde pasa la verdadera batalla.

- Ojalá se quedaran entre las cuatro paredes cantando coros, serían indefensos. Hemos visto desfilar generaciones enteras de ese modo. Pobres ovejitas que suplicaban piedad.

- ¿Está bromeando? Estos son de los que no se conforman con reuniones sociales o confraternidades ridículas. Esta generación tiene sed de conquista y no se detendrán por nada. Tienen la sed del oro, quieren ser campeones. Sencillamente son diferentes. Quieren invadirlo todo en el nombre de Jesucris... bueno, en el nombre de quien usted ya sabe.

Debajo del cuadrilátero

Hace poco me contaron una anécdota que protagonizó un conocido pastor amigo, que fue citado por un importante comité de ministros y teólogos. Estaban intrigados por los mensajes de este prestigioso orador y fueron directo al grano. Le dijeron, sin rodeos, que les diera una razón por la cual jamás mencionaba a Satanás en sus mensajes. Nunca hacía referencia al diablo ni a sus huestes.

El predicador se reclinó sobre su silla e hizo un gesto como intentando recordar. Luego de un extenso silencio, frunció el ceño y dijo:

- Satanás... Satanás... me suena conocido. Si mal no recuerdo debe ser aquel que la Biblia menciona que fue vencido y aplastado en la cruz, ¿verdad?

Los demás asintieron en silencio.

- Entonces tendrán que disculparme -agregó-, sucede que paso tanto tiempo con Dios, que no me resta tiempo para dedicarlo a personajes derrotados. En mi lenguaje no me permito incluir a los vencidos.

Los que estuvieron en aquella reunión dicen que nadie pudo discutir ni agregar nada a lo que el hombre de Dios había dicho. Su razonamiento era inobjetable.

Durante años y generaciones enteras nos hemos pasado el tiempo teniéndole pánico al diablo. Desde que conocemos a Jesucristo se nos dispara al subconsciente que en cualquier momento el equipo contrario puede ganar la batalla. Inclusive los libros más vendidos tienen que ver con aquellos que invierten sus páginas en tratar de definir y descubrir cómo es el enemigo.

El común denominador con el que me he enfrentado cada vez que Dios me puso ante una multitud de jóvenes, fue el terrible miedo implícito que ellos sienten hacia Satanás. La guerra espiritual pareciera ser la única y determinante arma secreta y vital para una vida victoriosa o un verdadero avivamiento.

Es como si el Señor hubiese dicho que logró vencerlo un poquito, pero que como no pudo completar la obra, nosotros tenemos que terminar de derrotarlo.

Quiero que leas con atención lo que trato de decirte: Satanás está vencido. Sin poder. Derrotado. Acabado. Terminado. Destruido. En la lona.

La cruz acabó con ese bravucón.

Y un gran secreto: le tiene terror a los campeones.

Cuando un boxeador logra alcanzar su título, si lo desea, ya no tiene que volver a pelear. No tiene nada que demostrar, ya ha logrado superar a los que disputaban su cinturón. Pero si aparece alguien que lo desafíe, el único que puede autorizarlo para una pelea... es el propio campeón. Si el dueño de la corona no le autoriza la pelea, no importa lo que diga, no podrá subir al ring.

El día que entiendas que -a través de la gracia y el sacrificio redentor- el Señor te entregó el cinturón de ganador, absolutamente nadie podrá subir a tu ring. Estarás por encima. Con tu título. Lo único que puede hacer el perdedor es intentar desafiarte debajo del cuadrilátero. Pero no está a tu nivel, a menos que se lo permitas.

En el huerto de Edén Dios sentenció a la serpiente que se arrastraría por el polvo. Ese es el nivel que le corresponde al enemigo: arrastrado, ni siquiera está en el ring, y el único que puede autorizarlo a subir, eres tú mismo. Cuando logras entender la dimensión de estas palabras, descubres que el enemigo no está preocupado en atacarte, sino en defenderse.

Lo curioso de la guerra espiritual es que hemos errado en el blanco a atacar. El fatídico 11 de septiembre, personajes siniestros tuvieron por objetivo destruir uno de los mayores exponentes arquitectónicos de la gran manzana, las Torres Gemelas. Ni siquiera a sus mentes perversas se les hubiese ocurrido atentar contra el arquitecto o el diseñador de las torres. El blanco era el símbolo del poder financiero del país.

Cuando el cristiano cree que la guerra espiritual se reduce a reprender demonios u ordenarle a Satanás a los gritos que salga fuera, en realidad, solo intenta librar una batalla con el arquitecto, el diseñador de un sistema perverso, pero no afecta su obra. Mientras perdamos nuestro valioso tiempo en inútiles griteríos místicos, el sistema diabólico seguirá arrastrando almas al infierno.

El problema ya no es Hitler, sino el nazismo.

El problema no es el diablo, sino sus obras.

Cuando no tenemos claro el objetivo y pensamos que la guerra es con Satanás, es cuando comenzamos a tenerle miedo, y esa justamente es la manera que él tiene para hacerte bajar del ring o permitirle subir a él. Olvidamos que lo que tenemos es mayor que cualquier cosa de afuera. Creemos que esta victoria es pasajera porque, tarde o temprano, el enemigo vendrá por la revancha. Consideramos que nunca podremos ser campeones, ignorando el cinturón que por gracia sostiene nuestro pantalón.

No digo que no tengas que estar alerta, sino que cuando sepas el nivel en el que el Creador te puso, ya no perderás tu tiempo escuchando a torpes que gritan debajo del cuadrilátero.

Ahora, acompáñame otra vez a ese tétrico lugar y oigamos el resto de la conversación, antes que finalice.

Los hombres de negro contemplan en silencio a su siniestro comandante, aguardan con respeto una respuesta.

Por primera vez el jefe se pone en pie. La bruma sigue siendo aplastante y densa. Una honda preocupación invade el lugar. El jefe mira a sus dos mejores emisarios y les ordena, con un chasquido de dedos, que se retiren de su vista. No quiere verlos ni oír más. Sabe que perdió y le duele a su endemoniado orgullo.

- No puedo permitir que destruyan lo que construí con tanto esfuerzo -dice-, perder con teólogos es más dignificante y hasta entretenido, pero no puedo luchar contra una generación diseminada por toda la ciudad.

Nadie habla en las esferas del averno. No hay nada que festejar ni agregar cuando la misión falla. Satanás contempla su derrota, impotente y sus servidores tienen temor, mucho temor. Acaso porque saben que una nueva estirpe es entrenada para vencer o morir en el intento. Y, acaso, porque también sospechan que les han perdido el respeto.

Están sobre el cuadrilátero. Y los hombres de negro, tienen miedo.

Adaptado de "El código del Campeón"

Dante Gebel, Editorial Vida/Zondervan

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