Alguien puede estar pasando por los más oscuros valles de su existencia, pueden ser desiertos espirituales, dificultades financieras, problemas familiares, enfermedades terminales que nos hacen pensar que la muerte está de lado nuestro esperando el momento, ese terrible espectro negro "motivando" a la rendición.
Aún y cuando ya lo hemos intentado todo, incluso orar (siempre debe ser la primera opción), sigue existiendo esa incertidumbre hacia el futuro, fruto de la desesperación a causa de nuestra situación. Es entendible que como simples seres humanos el mal nos asedie tanto como para cegarnos completamente de las posibilidades que aún existen, si, así es, todavía hay maneras de escapar de ese terrible tunel. Preguntémosle a Job.
"Ya lo leí", "Es absurdo, ¿Como puede Dios permitir que el diablo matara a los hijos de Job, le quitara todo lo que tenía y le sobreviniera una terrible enfermedad, sólo para demostrar la inamovible integridad de Job?", "¿Como pudo el Creador, la Sabiduría Infinita, ¡El Amor!, apostar con satanás que Job nunca renegaría?", o cualquiera que haya sido tu reacción al leer la historia, demuestra que al igual que yo, tu no piensas como piensa Dios.
A veces nos preguntamos como podemos hacer coincidir nuestras ideas con las de Dios, pero nos olvidamos que en su palabra dice también que el tiene planes de bien y no de mal para que tengamos un futuro lleno de esperanza. A veces creemos muy difícil una comunicación con Dios, pero cuando estamos determinados a que nos responda porque con sinceridad se lo pedimos, Él nos responde de maneras inesperadas.
Sabemos que como a Job, el diablo quiere ser la causa de nuestra total destrucción, pero a diferencia de la historia, cuando el diablo nos ataca lo hace de manera ilegal, el está derrotado, nosotros gracias a Jesús tenemos al Espíritu Santo que intercede por nosotros al Padre, que también procura nuestro bien.
Pero, "¿Como puede ser eso así?", "¿Estoy casi muriéndome y Dios procura mi bien?", bueno, aún y cuando estamos pasando momentos difíciles por culpa del diablo o por consecuencias de nuestro pecado, Dios utiliza esos momentos para tu bien, si, tal como lo hizo con Job, fue restaurado con el doble de riquezas, familia y bienestar. Su éxito consistió en resistir con optimismo el periodo de adversidad, pero sobre todo, aceptar tener una metamorfosis de humildad. Antes del dolor el hombre puede parecerse a un gusano, después del dolor a una mariposa.
Para la persona movida por pensamientos de amor, el sufrimiento deja una huella positiva: le quita todo aire de grandeza, toda vanidad, toda sensación de poder y aunque suene algo repetitivo y poco original "Hay un propósito en todo lo que sucede", la adversidad nos ayuda a madurar, las pruebas nos dan carácter, a la larga el justo siempre es recompensado; si somos personas de actitud positiva, la huella del dolor se traducirá en un alma más noble y limpia. Esto resulta difícil comprender en los momentos críticos, es inútil decírselo a la persona que está en medio de la crisis, pero aún así sigue siendo la gran verdad.
¡Cuando sobreviene la adversidad por más imponente que sea, sólo nos queda una opción: Luchar. Y sólo tenemos un Único y suficiente ayudador: Jesucristo!
Autor: Carlos Cuauhtémoc Sánchez
Adaptado
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