La medicina ha añadido ya a su lista de adicciones, encabezada por las consabidas a las drogas y al alcohol, la del sexo. Su poderosa industria esconde el drama de no pocas personas cuyas vidas han quedado seriamente dañadas, arruinadas en muchos casos.
Ese era el caso de Jennifer Case, una actriz porno que abandonó este negocio “pervertido y pervertidor” hace tres años gracias a Jesús y que hoy, aún en la lucha por recuperarse de sus devastadores efectos, ayuda a que muchos dejen la adicción.
Ella dice que el porno es “el mal”, y también que “es una droga, un veneno y una mentira”.
Ese era el caso de Jennifer Case, una actriz porno que abandonó este negocio “pervertido y pervertidor” hace tres años gracias a Jesús y que hoy, aún en la lucha por recuperarse de sus devastadores efectos, ayuda a que muchos dejen la adicción.
Ella dice que el porno es “el mal”, y también que “es una droga, un veneno y una mentira”.
UN DAÑO INTEGRAL
Case no esconde el grave daño que el porno ha causado en su vida. En una entrevista con The Porn Effect, Case manifiesta desde su propia experiencia personal el daño que la industria del porno produce en las mujeres que involucra en esta sórdida industria.
Ella dice que fue traumatizada, oprimida y abusada, y que la llevó a depender de las drogas. A su vez necesitaba el dinero del porno para seguir teniendo acceso a ellas, con lo que se convertía en un círculo esclavizador. Además, físicamente tenía que hacer frente a enfermedades de transmisión sexual: “Tuve muchísimas y diferentes infecciones todo el tiempo. Abandoné Hollywood, porque afectó mucho la infección por clamidia. Me dolía tanto mi abdomen que tuve que volver a casa”, dijo.
Case no esconde el grave daño que el porno ha causado en su vida. En una entrevista con The Porn Effect, Case manifiesta desde su propia experiencia personal el daño que la industria del porno produce en las mujeres que involucra en esta sórdida industria.
Ella dice que fue traumatizada, oprimida y abusada, y que la llevó a depender de las drogas. A su vez necesitaba el dinero del porno para seguir teniendo acceso a ellas, con lo que se convertía en un círculo esclavizador. Además, físicamente tenía que hacer frente a enfermedades de transmisión sexual: “Tuve muchísimas y diferentes infecciones todo el tiempo. Abandoné Hollywood, porque afectó mucho la infección por clamidia. Me dolía tanto mi abdomen que tuve que volver a casa”, dijo.
¿CÓMO SALIR?
Preguntada sobre cómo pudo recuperarse de los efectos que su “profesión” dejó en ella, Case responde que “la única manera en que yo pude recuperarme de aquello es teniendo a Dios en mi vida. Dios me da la esperanza que no tenía antes”. Tras admitir que los últimos años “han sido duros, pero que han valido la pena”, revela los elementos clave de la fórmula para salir del problema: “el constante apoyo de los demás, la oración, la Palabra de Dios, y mucho amor”.
Preguntada sobre cómo pudo recuperarse de los efectos que su “profesión” dejó en ella, Case responde que “la única manera en que yo pude recuperarme de aquello es teniendo a Dios en mi vida. Dios me da la esperanza que no tenía antes”. Tras admitir que los últimos años “han sido duros, pero que han valido la pena”, revela los elementos clave de la fórmula para salir del problema: “el constante apoyo de los demás, la oración, la Palabra de Dios, y mucho amor”.
CONFIANDO EN JESÚS
Jennifer Case reconoce que “Jesús era la única manera en la que podía salir y permanecer fuera para siempre. El salvó mi vida. Su amor es increíble. Nunca había experimentado el amor de esa manera. Fue tan intenso que a veces me duele. Mi mente está siendo renovada todos los días por Él. Todas las mentiras que rigieron mi vida están siendo reemplazadas por su verdad, por la Palabra de Dios. Jesús me hizo ver que Dios era mi padre y que me cuidaría. Él comenzó a arreglar las cosas que se habían roto en mi interior”, señala.
Jennifer Case reconoce que “Jesús era la única manera en la que podía salir y permanecer fuera para siempre. El salvó mi vida. Su amor es increíble. Nunca había experimentado el amor de esa manera. Fue tan intenso que a veces me duele. Mi mente está siendo renovada todos los días por Él. Todas las mentiras que rigieron mi vida están siendo reemplazadas por su verdad, por la Palabra de Dios. Jesús me hizo ver que Dios era mi padre y que me cuidaría. Él comenzó a arreglar las cosas que se habían roto en mi interior”, señala.
Fuente: ProtestanteDigital
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