Antes de que triunfemos sobre una situación difícil, Dios con frecuencia nos hace pasar por un tiempo de preparación espiritual. Eso fue lo que sucedió antes de que Israel conquistara Canaán. Cuando Josué estaba cerca de Jericó pensando en la batalla que enfrentaría, Dios se le apareció.
La reacción de Josué ante este nuevo encuentro con Dios puede ayudarnos a aprender cómo debemos responder cuando Él habla a nuestro corazón por medio de su Palabra y su Espíritu...
1. Josué se acercó al Señor para hablar con él.
2. Se postró sobre su rostro en humildad y sumisión a su autoridad.
3. Pidió más instrucciones: "¿Qué dice mi Señor a su siervo?" (v. 14).
4. Obedeció de inmediato. y Josué lo honró porque le temía.
El señor siempre anhela reunirse con nosotros, pero lamentablemente muchas veces estamos demasiado ocupados para hacer el esfuerzo de acercarnos a Él. Al descuidar su presencia, nos perdemos la oportunidad de recibir su aliento, fortaleza y dirección en medio de las dificultades.
Nuestra actitud cuando leemos la biblia y oramos, es muy importante. Un espíritu humilde, sumiso y dócil nos permite escuchar a Dios, y la obediencia inmediata a sus instrucciones revela nuestro gran respeto a Él.
Si usted está luchando con una dificultad, y se pregunta por qué el Señor no ha intervenido, quizás Él está esperando que usted tenga un encuentro con Él, como Jesús, y se humille en su presencia con dependencia total. Solo entonces estará usted en condiciones de escuchar la voz de Dios y obedecer sus instrucciones.
Fuente: EvolucionCristiana
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