Es importante entender que cuando una persona desea cambiar, habrá siempre un obstáculo, una tentación de ir de nuevo al pasado, y retornar a las cosas de las que fuimos rescatados. Sin embargo, el pasado debe ser para nosotros única y exclusivamente una fuente de experiencia, un punto de referencia de un lugar situación o tiempo al que no debemos volver. Todos los creyentes en Jesucristo, tenemos un pasado, sin embargo como referencia de victoria, como prueba de una guerra ya ganada. Él nos ha sacado y liberado de cosas de las que jamás pensamos salir, pues nuestra propia voluntad nunca trabajo para nosotros, sino para los deseos de nuestro cuerpo y nos tenía presos.
La buena noticia es que Dios vino a nosotros, nos liberó, rompió las cadenas del pasado e ideó un plan para cada uno de nosotros, una senda que debíamos recorrer la cual planeó para nosotros desde antes que naciéramos. Pero para cumplir este plan debemos seguir hacia adelante. Sin embargo, usted no se moverá hacia adelante si sigue mirando hacia atrás.
El Apóstol Pablo entendía el concepto de nunca volver atrás, en Filipenses 3:12-14 escribió: " No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
BENDICIONES
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenidos todos los comentarios que sean de edificación. Muchas bendiciones a todos.