Reflexión - Rompe tus ataduras

En el relato de la resurección de lázaro hay algo que realmente llama la atención. Juan 11:41-44 dice: Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor para que crean que tu me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle y dejadle ir."

Hacía 4 días de que Lázaro se había muerto, pero sin embargo Jesús llegó y le ordenó que se levantara de entre los muertos y que saliera fuera, entonces Lázaro se levantó y salió fuera de la cueva, era un milagro increíble, Jesús había resucitado a Lázaro, él se había muerto, pero ahora estaba vivo, cuando lo miraron salir todos se conmovieron ante el milagro, no podían ceer lo que estaban viendo...¡Lázaro vivo!...pero la Biblia nos dice que él salió con las manos y los pies atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario, ciertamente que estaba vivo pero no podía hacer gran cosa, no podía trabajar, no podía correr, y ni siquiera tenía visión porque su rostro estaba envuelto en un sudario.

Esto es precisamente lo que pasa con muchas personas que reciben al Señor en sus corazones, pasan de muerte a vida, de la oscuridad a la luz admirable de Dios, pero todavía siguen atados al pasado, no permiten que Dios sane sus heridas internas, que restaure sus vidas, que borre todas las memorias dolorosas que los atormenta. no se cual es el problema que agovia tu vida, homosexualismo, lesvianismo, si fuiste un niño/a no deseado/a, si has sido abusado/a verbal o sexualmente... en fin, puertas abiertas en nuestro espiritu, alma y cuerpo en las cuales el enemigo entra y sale cuando quiere, ataduras que encarcelan, que destruyen, ATADURAS QUE MATAN, no importa cuantos sean o que tan grande esten, Dios quiere liberarte de toda atadura, él tiene el poder para hacerlo y sobre todo, él quiere hacerlo.

Jesús ordeno a los que estaban junto a la tumba de Lázaro que lo desataran y lo dejaran ir, el corazón de Jesús es sanar a los quebrantados de corazón, a liberar a los cautivos y oprimidos, solo permite que él lo haga, abre tu corazón y deja que obre, sane y lo restuare... recuerda que el Señor vino para dar vida y vida en abundancia.

BENDICIONES