Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
- Salmos 26:1
El Rey David tenía un corazón conforme al corazón de Dios; esto implicaba muchas cosas, pues al tener un corazón como el de Dios, tenía muchas cualidades, David era recto delante de Dios, cuidaba de todo corazón vivir en integridad, era justo, respetuoso, amoroso, imparcial, entre otras muchas más cosas que le agradaban a Dios. Más sin embargo una cualidad importante y que más influyo en la vida de David para pasar de pastorcito de ovejas al poderoso Rey de Israel fue la confianza total y absoluta que le tenía a Dios.
Si queremos victorias en nuestras vidas, no existen trucos mágicos que te garanticen éxitos instantáneos, lo que se necesita es vivir en integridad delante de Dios, y morirse día con día por agradarle a Él.
Por más que el diablo nos ponga tentaciones enfrente para hacernos caer y dejar de lado la integridad, debemos de tener la confianza sin titubear en Dios tal y como lo hacía el Rey David, pues es el Único que puede guardar nuestra vida y ayudarnos a vencer la tentación.
¡Para tener confianza absoluta en Dios, es necesario una comunión íntima y estrecha con Él!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenidos todos los comentarios que sean de edificación. Muchas bendiciones a todos.