Reflexión - Con paciencia hacia la meta

Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante.

Filipenses 3:13

Corremos a la meta cuando sabemos hacía donde nos dirigimos, de otra manera no tenemos un camino claro y estamos gastando en vano nuestras fuerzas, sólo estamos dando vueltas, lo cual nos llevará a toparnos con frustración y desencanto. 

El Apóstol Pablo sabía lo que hacía, conocía claramente su propósito, era firme en su ministerio, constante en lo que hacía, evitaba a toda costa cualquier cosa que lo podía desenfocar de lo que estaba haciendo, un ejemplo de un héroe de la fe, un apasionado en el ministerio.

Como sabemos, Pablo nos dijo que el no había aún llegado a la meta, de hecho, el al igual que nosotros luchaba día a día por ser un cristiano obediente al Señor, y ser más lleno del Espíritu Santo.

Obviamente debemos saber cual es esa meta; y así como cada quien se propone objetivos a diferente tipo de plazos, esta meta es un objetivo pero con un plazo muy singular, el plazo es hoy, mañana y siempre; asi es, la vida en Cristo es un camino de por vida en el cual se lucha para ser más como Jesús, y esto último es la meta de todo hijo de Dios. 

En Efesios 4 podemos encontrar unos sencillos pero poderosos pasos que nos ayudan a orientarnos en como es que se camina para llegar a la meta. 

Efesios 4:22: "Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos." (Versión Dios Habla Hoy). 

Para caminar como caminó Jesús, en santidad, en completa obediencia a Dios, nosotros debemos dejar todas las malas actitudes y costumbres que a Dios no le agradan, las cuales después de que aceptamos a Jesús con la ayuda del Espíritu Santo podemos dejarlas. 

Efesios 4:23: "...y renovaos en el espíritu de vuestra mente..."

Debemos de cambiar nuestra manera de pensar, tomando como ejemplo las ideas y pensamientos que nos expresa la palabra de Dios, la cual, es la guía espiritual perfecta. Así, cambiando la manera de pensar, cambiaremos nuestra manera de vivir. 

Efesios 4:24: "...y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."

Después de renovar nuestra mente, debemos ser completamente influenciados por Jesús. 

También recuerda que cuando no puedas más, puedes acudir a Dios para que Él te de nuevas fuerzas para seguir adelante en el nombre de Jesús, así como Pablo decía que el aún no había llegado a "...la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13), él seguía intentando todos los días, luchando contra tentaciones y renovando su mente con el fin de alcanzar la meta. 

¡Seguir adelante a pesar de la adversidad, confiando en que Dios mostrará su mano poderosa a nuestro favor, sólo así llegaremos a la meta!