El nombre del Señor es una torre poderosa a la que acuden los justos en busca de protección.
- Proverbios 18:10
Después de la muerte de mi esposo en un accidente de auto, me sentía confundida sobre las decisiones que debía tomar. Afortunadamente, tenía amistades maravillosas y la familia de la fe que me apoyaba. Con su ayuda, pude continuar mi rutina normal de trabajo y de actividades en la iglesia.
El hospital donde trabajaba estaba localizado en un predio hermoso, y todos los días lo caminaba con una compañera de trabajo durante mi hora de almuerzo. Nuestra caminata me brindaba un receso de mi trabajo tan estresante, y de todas mis preguntas sin contestar. Hallé aliento en la belleza que me rodeaba y en la presencia de mi amada amiga. Al fin, pude decir: "No sé lo que me espera en el futuro; pero se que puedo confiar en Dios; porque Dios es totalmente fiel".
Mi vida es más tranquila ahora. He hallado respuestas en unas de mis interrogantes, y tengo una nueva comprensión del tierno amor de Dios. Cuando leo Proverbios 18:10, ya no me visualizo como una viuda confundida corriendo hacia la torre; pero sigo retornando diariamente a la seguridad de la presencia de Dios. Encuentro en Dios toda la seguridad que necesito.
¡Dios es nuestro refugio, nuestra torre poderosa!
Fuente: Sra. Roxane Ricciardi (Georgia, E.U.A)
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